Por las montañas de China

Entre lagos, cordilleras y grandes terrenos montañosos se encuentra la provincia de Hubei situada, en el centro de China. La zona posee valiosos recursos turísticos, llenos de historias, cultura y tradición.

Pese al clima húmedo persistente en el área, esta semana un grupo de periodistas de Latinoamérica tuvo la oportunidad de conocer uno de los lugares más visitados en Hubei: el Monte de Wudang.

Las montañas de Wudang durante la dinastía Ming eran el lugar de culto taoísta más importante de China. El taoísmo es una doctrina religiosa y filosófica que se centra en la convivencia armónica de cada persona con su Tao o su camino.

Sus edificios característicos están catalogados como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Su principal cima, el pico Tianzhu tiene una altura de 1,612 m, e incluye 12 pagodas, 39 puentes, 72 conventos, 39 conventos budistas y 18 templos taoístas,  así mismo cuenta con 72 pozos, 22 barrancos, 11 cuevas, 9 manantiales y 3 presas, definitivamente una maravillosa muestra de la antigua arquitectura china.

La cultura de las artes marciales de Wudang han integrado las culturas del Taichi, el yin-yang, la teoría de los Cinco Elementos y el Bagua de la filosofía clásica china, junto con el quianli, la lucha de espadas, la práctica de Kung Fu y la competición.

Para la transportación hay teleféricos para hacer más fácil el ascenso, principalmente al pico más alto de Jing Ding (Cima Dorada).

Los Monasterios de Wudang han sido escenario de películas de artes marciales como Tigre y Dragón y Karate Kids, donde se aprecian en escenas se aprecian varios templos de Wudang.

Además de las vistas espectaculares, en los Montes de Wudang observas altares donde rinden cultos y ofrendas a sus dioses y se hacen exhibiciones de Kung Fu.

Otro de los lugares que no puedes dejar de visitar en Hubei, es la gran Torre de la Grulla Amarilla, ubicada en el Monte Serpiente, en Wuhan.

Está espectacular torre tiene diferentes estilos arquitectónicos de varias dinastías.

Tiene más de 53 metros de altura, cinco plantas, los techos están cubiertos de amarillo y sus puntas tienen una forma que recuerda las formas de las alas de las grullas cuando se preparan para volar.

Cada planta de la Torre de la Grulla Amarilla tiene una interesante leyenda, y en la primera planta se puede apreciar una fantástica vista al río Yangtze, su puente y los alrededores de la ciudad de Wuhan.

Hay una leyenda que cuenta que en tiempos lejanos había un hombre llamado Xin dueño de una pequeña taberna a la que un buen día llegó un hombre harapiento y le pide un tarro de vino. El comerciante le regala una jarra de vino y eso se repitió todos los días durante seis meses.

Un día el sujeto se despide y le dice a Xin: no tengo dinero para pagar su vino, pero toma un trozo de cáscara de naranja con la que dibujó en la pared una grulla amarilla. Cuando venga un cliente simplemente golpeé con las manos y la grulla danzará.

La taberna se hizo famosa por la grulla danzante y Xin hace una pequeña fortuna.

Un día, el hombre regresa, siempre en harapos. Xin le da las gracias y le ofrece apoyar financieramente sus necesidades por el resto de sus días. El hombre le sonríe y dice: “No es por eso que vine aquí”. Luego saca su flauta para tocar algunas notas. Mientras el hombre toca, nubes descienden del cielo, la grulla sale de la pared y vuela hacia las nubes. El hombre se sube a su espalda, y se elevan al cielo.

Xin agradecido construye una torre…que se llamaría la Torre de la Grulla Amarilla.