Los jóvenes necesitan empleos

Los jóvenes necesitan empleos

Los jóvenes necesitan empleos

Por: René Quevedo / Asesor empresarial -

La discusión del Contrato Minero en la Asamblea Nacional que acapara la atención de la opinión pública, ocurre en una complicada coyuntura socioeconómica que la pandemia no creó, pero sí agravó.

La economía y el empleo se recuperan a velocidades diferentes. En el 2022, el Producto Interno Bruto (PIB) superó los niveles prepandemia, pero entre enero y mayo 2023, MITRADEL tramitó 120,258 nuevos contratos laborales, versus 171,537 procesados por la entidad durante el mismo período del 2019, al tiempo que pasamos de generar 3,079 nuevos informales por mes (2019) a 10,008 en el 2022.

Estamos generando un tercio menos empleos formales y más del triple de los informales que en el año prepandemia.

Los jóvenes, los más afectados por la catástrofe laboral de la pandemia

Los jóvenes se llevaron la peor parte de la catástrofe laboral ocasionada por la pandemia. En el 2022 había 60,514 más empleos que en el 2017, pero 69,443 menos jóvenes trabajando y los Ninis (15 a 29 años) aumentaron en 56%. Hoy de cada 100 jóvenes de 15 a 29 años, 44 trabajan, 29 estudian y 27 son Ninis.

Irónicamente, el 40% de la expansión del empleo entre octubre 2021 y abril 2022 benefició a jóvenes. Lamentablemente, la mayoría de esos empleos fueron informales. Pero aún así, los jóvenes son hoy 24% de los trabajadores y 46% de los desocupados del país.

Nuestra crisis laboral no es de empleo, sino de confianza

Sin un empresario que vé una oportunidad de negocio, el empleo asalariado no existe (a menos que sea en el Gobierno). De cada 100 nuevos empleos que hoy genera la economía, 60 son informales, 10 son funcionarios, y de los otros 30, 23 son temporales (Contrato Definido o Por Obra Terminada).

Esto significa que de cada 100 personas que hoy comienza a generar ingresos, sólo 7 pueden decir que tienen un “empleo estable” (si un Contrato Indefinido puede calificarse como tal).

La planilla estatal y los subsidios son hoy refugio de quienes no encuentran trabajo en una economía que no está generando empleos de calidad, porque se perdió la confianza de que invertir en Panamá es buen negocio.

Directa relación entre inversión privada y calidad del empleo

MITRADEL pasó de tramitar 445 mil nuevos contratos laborales en el 2017 a 240 mil en el 2022. O sea, 205 mil vacantes, contratos, salarios y cotizaciones a la CSS menos en 5 años, al tiempo que pasamos de generar unos 1,900 informales por mes (2017) a más de 10 mil en el 2022.

Se generó empleo formal donde hubo inversión: Minería, Energía y Educación, pero 90% de la contracción laboral ocurrió en 4 sectores: Construcción (50%), Turismo (19%), Comercio (14%) e Información & Comunicaciones (7%), reducciones directamente relacionadas a menores niveles de inversión privada.

En esos 5 años la Población Económicamente Activa creció en 147 mil personas. Se redujo la oferta (-205 mil plazas) y aumentó la demanda (+147 mil), creando un déficit de 352 mil personas que quieren trabajar y no encuentran empleo digno.

¿Panamá país turístico?

Uno de los argumentos en contra de la aprobación del nuevo Contrato entre el Estado y Minera Panamá es que somos un país turístico, no minero. Pero 62% de los empleos que genera el turismo panameño son informales (INEC, abril 2022). Hace diez años era 25% (INEC, agosto 2012), lo cual implica que la confianza de los inversionistas en el sector se ha deteriorado de manera dramática.

En Costa Rica, donde el turismo genera unos 370 mil empleos directos (versus casi 100 mil en Panamá), el número de turistas ya casi alcanza los niveles prepandemia, pero entre el 55 y 60% de estos empleos son informales (noviembre 2022), y la llegada de más turistas no se está traduciendo en más empleos formales.

Panamá perdió atractivo para la Inversión Extranjera Directa (IED)

Hace 10 años, Panamá acaparaba la atención del mundo financiero. Una década y una pandemia después, las cosas cambiaron. Según el reciente informe KPMG 2023 M&A in Latam Survey, México, Brasil y Costa Rica lideran el atractivo para la IED, y Panamá ocupa el noveno lugar, superado también por Colombia, Perú, Uruguay y Argentina.

El Contrato con Minera Panamá y la Lista Gris del GAFI definirán el futuro de la IED en Panamá. Sin inversión privada, seguiremos produciendo informales y dependiendo de préstamos para financiar planillas y subsidios, rumbo hacia una economía de informales y funcionarios, con los jóvenes siempre llevándose la peor parte.

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